miércoles, 11 de diciembre de 2013

Sensatez por el contexto

 
El Barça está sumido en un círculo vicioso: tras una veintena de victorias llega la derrota, como es lógico, y es entonces cuando esa jauría que conocemos ambiguamente como el entorno se manifiesta para criticar duramente todo lo que se mueva y vista de azulgrana, como una torreta automática en un pasillo atestado de soldados. No es sensato, como tampoco lo es afirmar tan rotundamente que el equipo “ha vuelto a ser el de antes” tras dos victorias frente a un club de Segunda División B y otro que no se jugaba nada. Nada ha cambiado, y para que una crisis termine primero debe haber existido.

sábado, 26 de octubre de 2013

Normales y competitivos


Al margen de un análisis más riguroso que no pretendo, el Barça dejó buenas sensaciones ayer. Tuvo que pasar un año y tres meses para que volviera a ganar a su máximo rival, refrendando un liderato anímico y matemático en Liga que se antoja trascendental. El Madrid venía mal y el Barça, bien, pero aun así sucedió lo más normal: un equipo se impuso a otros por detalles en forma de rebotes, palos y paradas. No hay manera: los Clásicos son y serán igualados salvo algún suceso extraordinario.

Sorprendió Ancelotti con su disposición táctica, más a propios que a extraños. Guardiola y Mourinho son genios capaces de tomar decisiones tácticas en escenarios definitivos sin antecedentes ni probaturas y acertar, virtud que no está a la altura del otro grupo de entrenadores. En otras palabras, Carlo no fue fiel a su equipo y Martino sí; consecuencia: el Madrid regaló el primer tiempo y el encuentro se decidió en la pizarra.

jueves, 24 de octubre de 2013

La tiranía del resultado


Parón de selecciones, Pamplona, San Siro y Clásico. Es un calendario muy duro para cualquier equipo. Si me ciño a los resultados, el balance previo a recibir al Madrid es positivo: los empates en El Sadar y el Giuseppe Meazza son asumibles y no afectan las aspiraciones del equipo. Que todo pueda cambiar el sábado ya es otra historia.

De ahí que sea incapaz de entender el pesimismo y las malas sensaciones que han generado estos últimos partidos. No las comparto. He visto un equipo que ha sido capaz de secar al Osasuna y generarle ocasiones suficientes para golearlo. Y lo he vuelto a ver en San Siro, ante un Milan que lo dio todo y tuvo quince minutos de gloria (y marcó por un error de Mascherano, otro más). Si el Barça no goleó a los rossoneri fue porque el balón no quiso entrar, simple y llanamente. “Existe la necesidad de crear una crisis semanal”, diría Martino.

lunes, 14 de octubre de 2013

Decisiones de Martino (I)


En virtud de la necesidad de dotar de variantes al Barça para evolucionar y volver a competir de verdad, Martino no ha parado. Tácticamente hiperactivo, el dinamismo es palpable partido a partido, en contraste al inmovilismo de su antecesor.

El rosarino ha modificado el rol de los laterales y extremos de la plantilla, especialmente tras el correcalles vivido contra el Sevilla. Está preocupado por el talón de Aquiles de su equipo: la transición defensiva, y en virtud de ello redistribuyó los espacios de dichos jugadores.

Concretamente, los laterales ya no fijan por fuera como en el ciclo Vilanova; dicha labor es pertinente a los extremos, sea Tello, sea Neymar. La lesión de Jordi Alba facilitó la decisión, pues es el lateral más exterior de la plantilla y necesita desdoblar al extremo y llegar a línea de fondo para rendir adecuadamente; no se le puede atar porque defiende mejor volviendo que estando. Alves y Adriano son distintos al español, pues dominan el juego por dentro y por fuera indistintamente.

lunes, 7 de octubre de 2013

Apuntes sobre el Barça-Valladolid


El Barça doblegó 4-1 al Valladolid y alargó su racha perfecta para vivir con tranquilidad la fecha FIFA, pero lejos de considerarlo un trámite, el tácticamente hiperactivo Martino aprovechó para probar unas cosas y pulir otras. La ausencia de Messi fue fundamental porque JIM no se habría plantado igual en el Camp Nou si él jugaba: habría tomado más previsiones. Eso permitió un partido abierto y entretenido hasta que Neymar y Xavi -el interior de la Liga- dijeron basta.

martes, 24 de septiembre de 2013

Lo dejaron jugar


Dos equipos se enfrentaron ayer con el objetivo de recuperar sensaciones y despejar las dudas que se ciernen sobre su juego. Uno ganó crédito por su victoria y por cómo la consiguió, y el otro no mejoró ni empeoró, pues perder en el Camp Nou es lo normal para el que lo visita. 

El partido fue engañoso: el resultado miente, pues debió ser mucho más abultado, y el juego también, pues no fue consecuencia exclusiva de la excelencia blaugrana –no en cotas comunes-, sino del pobre rendimiento vasco.

La Real Sociedad presenta síntomas de agotamiento: tienen una plantilla corta que afronta tres competiciones por primera vez en casi diez años. Por ahora, los txuri-urdin no aguantan jugar dos partidos por semana con el ímpetu necesario para lograr sus objetivos: hacer un buen papel en Champions, competir la Copa y clasificar una vez más a la máxima competición europea en Liga. 

domingo, 15 de septiembre de 2013

Las gríngolas del súper campeón



Los caballos de carreras usan unos accesorios llamados gríngolas para limitar su visión a solo lo que está al frente, evitándoles distracciones. Ayer, el súper campeón pareció ponerse estos aparatos, pues corrió y corrió hacia el frente en un ida y vuelta tortuoso e irreflexivo.

El Barça ya ha dejado a Levante, Atlético dos veces, Málaga, Valencia en Mestalla y Sevilla en el camino. Resultado: liderazgo con pleno y un título. Sobre el papel, la temporada marcha viento en popa, pero para bien o para mal, el fútbol no se juega sobre el papel.

El equipo arrastra unos vicios de la coyuntura de Vilanova que Martino aspira y necesita solucionar, y por ahora retrocede un paso por cada dos que avanza. Su obsesión radica en tres factores que se interrelacionan de manera íntima: la presión, la transición defensiva y la circulación rápida de balón.

La presión inicial la está recuperando por puro ímpetu. Los incombustibles Pedro y Alexis corren como unos diablos, y hasta ahora se sumaba un Messi con voracidad renovada. ¿El problema? Que normalmente Xavi, Cesc, Sergio o Andrés no sujetan a los receptores y el rival tiene tiempo para romper líneas y girar al equipo contra Valdés. Asimismo, es evidente que Neymar y Tello están lejos de aportar lo que Rodríguez y Sánchez en esta faceta, y lo aconsejable sería que nunca jugasen juntos.

lunes, 2 de septiembre de 2013

La bestia negra de Busquets


El Real Madrid deja ir al mejor último pase de Europa. 71 asistencias en tres temporadas, una treintena de ellas para Cristiano Ronaldo. El capricho de Florentino rompe la relación pase-gol más fructífera del Siglo XXI, pero reducirlo a eso sería ser condescendiente.

Mesut Özil es mucho más que eso, además de ser uno de mis jugadores favoritos. El mago de Gelsenkirchen fichó por el Madrid en 2010, siendo desde entonces importante –con períodos oscuros, eso sí- en el esquema de Mourinho. Su primera temporada fue buena, pero su explosión acaeció en la 2011-12, cuando ganó regularidad, consistencia y su equipo conquistó la Liga de los 100 puntos. Fue, además, pieza clave para revertir la tendencia de los Clásicos.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Defender con Cesc y sin Xavi


Djukic optó por presionar arriba, adelantar líneas y ser fiel a su estilo de toque. Fue un error. El campeón tardó unos minutos en descifrar el planteamiento y romperlo con desmarques de Neymar y Messi –en menor medida- a espaldas de los laterales y centrales. Ayer el brasileño fue un incordio al espacio, como se espera de él ante defensas adelantadas. Si no marcó fue por pura casualidad, pero da igual porque se le vio mejor en la asociación y el toco y me voy tan culé. Le falta timing y entendimiento con sus compañeros, pero el mejor jugador de la Copa Confederaciones aprende todo muy rápido: es un genio en esto del fútbol.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Una hora de intensidad


El planteamiento del Atlético fue predecible porque no había otro mejor para encarar el partido. Simeone tiene infinidad de méritos, entre ellos, su capacidad para convencer a sus jugadores de hacer lo mismo una y otra vez, pues el Atlético encadena tres partidos jugándole al Barça de la misma manera, y solo tres milagros (bombazo de Adriano en el Camp Nou, autogol de Gabi en el Calderón y testarazo de Neymar hoy) le impiden presumir de resultados. Y tengan por seguro que jugarán la vuelta igual, y los dos partidos de Liga, lo mismo, manteniendo la competitividad y la intensidad que los caracteriza.

La idea del Atlético fue embotellar al visitante, cerrar espacios, recuperar en zonas de gestación y contragolpear. Su repliegue alternó entre 4-4-2 (en un principio) y 4-5-1 (cuando el Barça superaba una línea trazada imaginariamente o incorporaba a Alba), con Costa emparejado con el lateral izquierdo y Villa, con Piqué.

miércoles, 24 de julio de 2013

Xavi 2013/14


Xavi ya no está para competir en la élite, cuando el ritmo del partido es alto. Desde que debutara en el primer equipo del Barça el 18 de agosto de 1998 hasta hoy, Hernández sufre siempre que el campo de juego se convierte en una autopista de velocistas, pues lo suyo es la pausa, las posesiones largas, la maduración, esa cavilación parsimoniosa de la jugada que lo hace único.

Como afirmé con anterioridad, que a Xavi le supere el ritmo es un problema tan viejo como su debut, y entonces ¿cómo se explica que fuera considerado el mejor centrocampista del mundo por tantos años? Porque el 6 entendió su defecto, supo cómo neutralizarlo y efectivamente, lo hizo. Su inteligencia y técnica le permitían elegir y ejecutar siempre la mejor opción. Y por si esto fuera poco, su giro 360° hacía inconcebible que se le pudiese arrebatar su propiedad. Dadas estas condiciones, rebelarse ante el sometimiento del cerebro era absurdo.

Todo iba de las mil maravillas hasta el verano de 2011, cuando la edad y los problemas físicos empezaron a hacer mella en Hernández. Su capacidad para girar menguó y en consecuencia, los rivales decidieron hacerle un marcaje más pegajoso, conscientes de la dificultad que le entrañaba virar sobre su eje.

jueves, 4 de julio de 2013

Alfa y Omega


Da la sensación de que ha pasado un siglo, pero fue hace solo dos años que el Barça reconquistó Europa, tras el breve coup d'État protagonizado por el Internazionale Milano de José Mourinho.

Aquella, la 2010-11, fue una temporada inolvidable para todos. El Barça luchó en dos frentes: contra el Real Madrid del golpista en España, y contra todos los demás en Europa.

El balance no pudo ser más positivo: el Barça goleó al Real Madrid, sometió al Manchester United y se alzó con un doblete –más tarde, quintuplete- y se reafirmó como amo y señor del fútbol.

Josep Guardiola, Xavi Hernández y Lionel Messi fueron las claves del éxito, pero hoy corresponde hablar solo sobre los dos jugadores.

sábado, 1 de junio de 2013

Cien veces gracias


El Barça gana al Málaga y consigue la mejor Liga de la historia. Quince puntos que lo separan del segundo confirman una supremacía nunca antes vista a nivel nacional. Treinta y ocho golpes sobre la mesa para silenciar los gritos de fin de ciclo, pero el fútbol se encarga de desbaratar las afirmaciones hechas con rotundidad y arrogancia, como un karma.

Diseccionando la Liga del campeón, la hallamos dividida en cuatro pedazos: el Barça de Messi (de la jornada 1 a la séptima, el Clásico), el Barça de todos (desde el Clásico hasta la jornada 20, derrota ante la Real), el Barça de las rentas pasadas (desde dicha caída hasta la jornada 35, cuando gana el título matemáticamente) y el actual, que se las arregló sin Lionel para ganar todos sus compromisos.

sábado, 9 de febrero de 2013

Fábregas, Iniesta, Busquets y la presión del Real Madrid



Para nadie es un secreto la forma en que Real Madrid encarará los enfrentamientos directos contra el Barcelona. Mourinho ha dado con la tecla tras innumerables intentos y su planteamiento es, gústele a quien le guste, un dolor de cabeza para los azulgranas.

Presión alta, repliegue medio y fase ofensiva o plantar el autobús dependiendo del resultado. Tres períodos invariables que el Real Madrid recorre en el transcurso del partido. No obstante, de todas, la que cualquier aficionado culé desearía borrar de la faz de la tierra es la primera: la presión alta.